Pompa Bronca Testo

Testo Pompa Bronca

Alrededor de la plaza de mayo
los pañuelos blancos resumen el sabor de la desesperación.
En la que es la mayor manifestación contra el olvido,
tiemblan las palabras de Joao de Adao.
'Lo mataron acá, el mismo día en que atropellaron con la montada'. Desde ese día el carrusel de bahía suspira porque la filha do santo vuelva a ser niña. Advierte la pompa bronca...
that's the life in la dictadura!!!
silencio de muerte es la dictadura,
quema la herida, sangra de amor,
se infecta de vida, silencio de muerte es la dictadura,
quien grita es la herida: yo no perdono genocidas!!!.
Donde superstición y fe se funden, como en el capoeira el baile y la lucha, para de nuevo denunciar la pena que disimulan el tango y el fado en 'días y noches de amor y guerra'. Para así adivinar el negro avión, incapaz siquiera de imitar la majestuosidad del quetzal que perdió una vez la voz ante la barbarie, y hoy prefiere ocultar la palabra ante la tortura. Pompa bronca, ceremonia de la ausencia, gesto que busca culpa en las conciencias, dolor de un tajo que no cicatriza, llanto de pena, llanto de vergüenza. Los pinceles de solentiname se deslizan con la precisión de la que se enorgullece el verdugo, culpable del rastro de sangre que la tierra se siente obligada a abrazar. Obedecen las lágrimas a la necesidad de calmar la sed del mar, como se rebelan los treinta mil contra una paz que no se apellide dignidad. No tengo sonrisa que se la llevaron, guardo la memoria junto a un cuchillo afilado, no tengo ya nombre que me lo arrancaron. Quien grita es la herida: yo no perdono genocidas!!! 'Dejen la memoria ahí, donde se olvida el olvido, para que el verdugo sepa que a donde vaya yo lo sigo, no importa que ya no esté, soy un silencio testigo, si soy recuerdo, recuerda, no olvides que no hay olvido'. Advierte la pompa bronca... that's the life in la dictadura.